jueves, 25 de agosto de 2011

AUTOAGRESIONES

La afección, llamada trastorno de "autoincrustración", incluye la introducción de cuerpos extraños en tejidos blandos del cuello, los brazos, las manos, los tobillos y los pies.

"Este es el primer informe sobre este trastorno. Hay un pico significativo (de conductas de autoincrustación) a los 17 años", dijo el doctor William E. Shiels al presentar los hallazgos en 10 mujeres adolescentes de entre 15 y 18 años.
El 90% de los casos eran mujeres, el 90% manifestó haber tenido pensamientos suicidas y el 70% repitió la conducta con mayor intensidad.

"Les extrajimos 53 cuerpos extraños a nueve adolescentes. Hubo 15 episodios en esas adolescentes", dijo Shiels. Los materiales eran metales, plásticos, vidrios, piedras y hasta un crayón.
"Algunos de esos objetos eran bastante largos, lo que indica que las pacientes sufrieron dolor para resolver un conflicto interno", destacó Shiels. Los objetos variaron entre 2 y 160 milímetros de largo y de 0,5 a 3 milímetros de ancho.

"El trastorno de estrés postraumático fue una consecuencia común en esas adolescentes. Esas pacientes sufrieron de abuso crónico, tanto físico como sexual. Esas niñas internalizaron el dolor y el trauma", expresó Shiels a Reuters Health.

La respuesta más frecuente a por qué ellas recurrieron a esas conductas fue: "Quiero matarme”. Una adolescente usó sangre para escribirse “Mátenme” en el brazo, precisó el autor.
Shiels dijo que no pudo hallar referencias a esta forma de trastorno de autoagresión en la literatura. "Abrimos un registro seguro en internet para que los médicos envíen sus casos", señaló.

Los primeros cinco hospitales con los que se comunicó el equipo "dijeron que habían visto casos similares" y Shiels recibió varios informes de radiólogos presentes en esta reunión

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